Las camisas de vestir son un elemento básico del vestuario masculino y una caballo tipo de prenda muy versátil que puede ser usado de manera elegante a casual, de la oficina o hasta una date. Las camisas abotonadas se ven muy bien con un traje más formal, mientras que las desabotonadas se pueden usar debajo de un sports coat, con chinos y corbata, o solas con un par de jeans. Y las camisas de vestir no sólo son muy versátiles, sino que también son universalmente bonitas y favorecedoras, al menos sí encajan bien.
Desafortunadamente, muchos hombres están yendo por la vida con camisas de vestir que decididamente no les quedan bien – ya sea que se ven demasiado pequeñas y justas, o más frecuentemente, 1-2 tallas demasiado grandes. Aunque los usuarios no lo noten, otras personas sí lo notarán. Las camisas de vestir mal ajustadas te dan un aspecto poco profesional, descuidado y, en general, menos nítido de lo que podría ser.
La razón por la que la mayoría de los hombres usan camisas de vestir que no les quedan bien, es que no se dan cuenta de que cuando las sacan del estante, normalmente no están listas para ser usadas. Ninguna camisa fuera del estante se ajustará perfectamente a tus medidas. Así que una vez que tú compras una camisa de vestir, tu próximo paso es llevársela a un sastre hábil, para que él pueda ajustarla para que te quede perfectamente a la medida. También puedes comprar una camisa de vestir hecha a la medida que te quede bien desde el principio.
No todos los ajustes los puede hacer fácilmente un sastre, así que aún así cuando estés comprando tu camisa de vestir es importante que te quede lo mejor posible desde el principio (aunque es mejor comprar una camisa un poco grande que una pequeña, así el sastre tendrá algo con lo que trabajar). Para ayudarte en tu proceso de selección, no hace daño que alguien más te acompañe que te pueda dar una segunda opinión que no sea la del vendedor.